29 de septiembre de 2009

Fiebre de Sábado Kirchnerista

Seguro que algo me cayó mal.
No sé si fueron unos ravioles en mal estado, o una fruta pasada, o un exceso de verduras, o el stress, o Diana Conti, o la desesperación kirchnerista por aprobar la ley de medios.
Vaya uno a saber. Pero hace días que no ando bien.
El tordo me mandó una receta. Pido un delivery a la farmacia. Me traen una cajita de Buscapina. Abro el paquete. La caja dice Buscapina Compositum, pero se ve que está adulterada porque adentro vienen unos riquísimos Beldent sin azúcar.
Me los tomo igual. Quién sabe, por ahí me curan.
Llamo otra vez al médico. Me dice que quizás tenga algún problema en la vesícula. Hay que esperar. Más temprano había tomado Sertal, pero no me hizo efecto. Miro la fecha de vencimiento: Octubre de 1945.
Raro, porque mi obra social no es la de los bancarios.
¿Me habrá tocado el famoso 10% de medicamentos truchos?
¿O será que lo adulterado es más de un 10%?
De todos modos, prefiero seguir tomando estos Sugus disfrazados de remedios, en lugar de denunciar la situación y ser inmediatamente acribillado por Tony Montana.
Trato de distraerme del malestar y prendo la tele.
Pongo TN. El periodista dice que el país anda como toor. El monopolio Clarín está imbancable. Tenemos que combatirlo. Por suerte el Gobierno no se ocupa de otra cosa más que de eso.
Cambio a C5N que es parte del feroz monopolio de Hadad con su conglomerado de radio, canal y diario. Habla el Compañero Longobardi y dice que la situación es absurda y grave. No sé que espera el Gobierno para sacar una ley contra el Compañero Dany.
Paso a América Noticias, monopolio de los Compañeros Vila y Manzano que incluye canal, diario y radio (dicen que también es propiedad del Compañero De Narváez, pero no creo que sea cierto porque el tipo es diputado y no puede). Informan que el país es un desastre.
Cambio a TELEFE. ¿Qué se puede esperar del monopolio de Telefónica?
Paso al 9. No estoy para una novela mexicana.
Apago la tele y escucho a la Compañera Magdalena en Continental, despotricando por lo que hace el gobierno. Se nota que esa radio es del monopólico Grupo PRISA.
La verdad es que son demasiados monopolios juntos para ser un monopolio.
Salgo de los medios argentinos. Me conecto a Internet y leo el Washington Post. Dice que el gobierno kirchnerista está destruyendo al campo y al gaucho argentino. Estos americanos, todo el día conspirando contra la Argentina. Paso al diario El País de España. Palos y palos para los Kirchner por la ley de medios.
Evidentemente es una confabulación planetaria contra los Compañeros Jefa y Jefe de hogares kirchneristas.
Paso a la versión por Internet de la televisión venezolana. El Compañero Chávez da una breve conferencia de cuatro horas. Son todos elogios para su gobierno y el gobierno argentino. Respiro aliviado. Por fin un medio independiente.
Me duermo. Cuando despierto está jugando la Argentina contra Paraguay. La única jugada clara de gol la hacen entre Palermo y Schiavi. No puede ser cierto. Debo tener fiebre. Efectivamente, 38 y medio.
Llamo al doctor. Como es un poco antiguo, me receta supositorios de Causalón antifebril. ¿Y si también son truchos? No vale la pena el sacrificio.
Me duermo otra vez. Despierto.
Ya es jueves. Ahora encima tengo tos. De la farmacia me mandan un antitusivo en jarabe. Lo huelo. Lo pruebo. Me hago un par de tostadas. Este jarabe, como mermelada de ciruela no está nada mal.
De tanto toser, me duele mucho la espalda. Momento ideal para un antiinflamatorio: marche un Voltarén inyectable. Me lo aplico yo mismo. También está adulterado y se ve que forma parte de algún negociado turbio: es heroína pura.
¿Estará penada la tenencia de esta mierda para consumo personal?
Me pego un viaje de novela. Necesito aire fresco para despabilarme.
¿Y si me voy a visitar a los muchachos del diario Clarín?
Cada tanto lo hago.
Como el subte está de huelga, y la heroína que me inyecté no afloja, decido ir corriendo.
De Palermo a Barracas en 8 minutos, 25 segundos y 7 décimas. Record Olímpico.
Ni Usain Bolt lo hubiera hecho más rápido.
Al llegar a la Avenida Caseros y Tacuarí, veo un operativo increíble.
Camionetas, policías, un despliegue de agentes e inspectores nunca visto.
¿Será la DEA que se dio cuenta que me di con heroína?
No. La cosa no es conmigo.
Hay fuerzas de seguridad. Todos los periodistas de Clarín en la acera. ¿Los van a fusilar?
Me quedo mirando.
El espectáculo era surrealista.
Desde la vereda norte de la Avenida Caseros , y en pleno año 2009, todos mirábamos azorados cómo en la vereda de enfrente transcurría el año 1976.
Pienso que es necesaria una nueva ley de radiodifusión ¿Quién puede dudarlo?
Y esta ley tiene cosas buenas, regulares y malas. Pero cuando un gobierno lleva adelante un proyecto, por necesario que éste sea, motorizado por la única intención de atacar y agredir a un medio porque le resulta opositor y hostil, bastardea la bandera que levanta.
Vuelvo a casa. Prendo la tele. Un noticiero cuenta que la AFIP compra aviones para ver desde el aire las propiedades de los ruralistas. Por suerte son aviones chicos con poca autonomía y no llegan a El Calafate.
Cambio de canal.
Otro noticiero anuncia que se festejó la inauguración de un tramo de la autopista Rosario-Córdoba. El tramo inaugurado es de sólo 26 km (en total son 500 km ) y costó 290 palos. No entiendo qué festejan.
De pronto irrumpe la cadena nacional.
Es la Compañera Jefa. Habla enérgica. Últimamente la noto un poco enojada.
Y al Compañero Jefe, ni hablemos.
El único que se lo toma un poco más en joda es Aníbal Fernández.
Lo deberían nombrar presidente. Ya tengo el jingle: "Aníbal al gobierno, el tegobi al poder".
Me duermo afiebrado.
El viernes la cosa no mejora. Decaimiento, náuseas.
Arranco con los noticieros. De puro masoquista. De repente, otra vez la cadena nacional. Otra vez la Compañera Jefa. Al final, no se por qué rompen tanto con la nueva ley de medios. Si van a estar todos los días con la cadena nacional, no hacen falta ni más cables, ni más canales, ni más programas, ni nada.
Tengo el estómago revuelto.
De la farmacia me mandan Reliveran gotas. Las pruebo. Es Tabasco. Lo guardo. Para una ensaladita de tomates con orégano va fenómeno.
Hoy es sábado. Chuchos de frío y temperatura.
Leo en el diario que D'Elía organizó una conferencia para explicar que el atentado de las Torres Gemelas se lo hicieron los mismos americanos. Sin embargo este mismo tipo, quien también dice que el holocausto no existió, sigue dando vueltas por la Casa Rosada.
¿Qué está pasando?
¿Tendré demasiada fiebre, sufro alucinaciones y los remedios que estoy tomando están todos adulterados?
¿O el gobierno de la querida Compañera Jefa está volcando?
¿Por qué no aclaran la joda de los medicamentos que es mucho más grave y urgente que todo lo otro junto?
Vuelvo a llamar al médico. Me receta Amoxidal, un antibiótico que viene en polvo y hay que mezclarlo con agua y agitar. Huelo el polvito. Lo disuelvo en medio litro de agua caliente. Luego le agrego medio litro de agua fría. Lo pongo en la heladera un par de horas.
La gelatina de cereza me quedó riquísima.

Alejandro Borensztein
(Productor de TV)