1 de marzo de 2010

El Testigo de Julio Bazan

Era un humilde ciudadano, su nombre Mario Alberto Wingeyer, desde hace unos cinco años vivía en el Hospital Regional, enfermo y sin familia.
El País entero lo conoció hace algunas horas por haber acompañado al periodista de Todo Noticias, Julio Bazán en su nota sobre las condiciones miserables en que se asisten a los ciudadanos enfermos en dicho nosocomio.
Fue quien mostró los baños destruidos y las cucarachas junto a los instrumentales médicos, ni que hablar sobre las condiciones de atención que reciben los pacientes.
En su inocencia, tal vez no comprendió a lo que se exponía al colaborar con la verdad.
Del mismo modo que hace dos años el ciudadano Raúl Domínguez, igualmente lo hizo, al denunciar la defraudación en la Dirección General de Rentas.
Jamás pensaron que firmaban sus certificados de defunción.
El domingo 21 de febrero fue encontrado en estado de coma y con una grave lesión cerebral, en los propios pasillos del hospital de la vergüenza.
Los médicos que lo atendieron y cumplen con sus guardias muy a pesar del paro ordenaron urgente una tomografía.
Sus resultados fueron contundentes, tenía una grave contusión cerebral hemorrágica (provocada por un fuerte golpe), lo que motivo su fallecimiento a las pocas horas de ese domingo.
La noticia solo trascendió en los pasillos del Hospital, la prensa silenció toda la información ante el cepo periodístico impuesto desde el gobierno.
Los médicos fueron contundentes en sus informes, aseguraron que la muerte de este hombre no fue accidental ni casual.
El Juez Darío Alarcón, quien encarceló a médicos por supuesta mala praxis, ordenó que el cadáver de Wingeyer fuera trasladado urgentemente a la morgue del Hospital, sin permitírsele a los médicos redactar el certificado de defunción correspondiente, pues la muerte de este hombre se consideró dudosa.
Con la misma urgencia, este Magistrado en comisión, emitió una orden para que el cuerpo del fallecido y sin familia reciba urgente sepultura, la que se llevó a cabo ese domingo mismo sin autopsia alguna.
Ya son dos los muertos que pesan sobre este gobierno, quienes en su inocencia se atreven a denunciar hachos de corrupción.

CUANTO MUERTOS MÁS DEBEMOS SOPORTAR?

Sabrán de esto los Sres. que hacen "contramarchas políticas" pagas por el gobierno?
Ayer comenzaron a circular cadenas de mensajes de texto y E-mail, informando de la muerte de este popular enfermo del hospital Regional y dando a conocer las extrañas causas de su fallecimiento.

ALGUIEN DEBE INVESTIGAR

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