respondiendo a una invitación masiva y celebrando la iniciativa cultural de jóvenes santiagueños, asistí a la apertura del festival de cine por los derechos humanos.
antes de ello, había difundido la noticia entre algunos amigos. varios de ellos aceptaron la propuesta, entre ellos un par de amigos q están visitando la ciudad. decepcionante fue nuestra sorpresa cuando al querer ingresar a la sala, se nos acercó un señor de traje y corbata, que desentonaba con el ambito totalmente, y les dijo a mis amigos q no podían ingresar a la sala si vestian bermudas.
en un momento pensé que podría ser una broma pero este “recepcionista”, nos increpó muy poco amablemente indicándonos que no habíamos visto un cartel en la entrada del teatro en el cual se prohíbe el ingreso de hombres en pantalón corto y si que era lo que “creíamos que veníamos a una cancha o un bar para venir así vestidos”.
sintiendo vergüenza ajena por ese exponente de nuestra idiosincracia, me pareció estar en el 1900 cuando para ir al teatro debían vestirte de gala y solo las clases mas altas tenían acceso a la cultura.
También pensé que hubiera pasado si el grupo TONOLEC, que actuaba esa noche, si hubiera tratado de ingresar a su coro de nativos que los acompaña y este señor de saco negro y corbata roja, les hubiera prohibido el paso por no estar debidamente vestidos, como si alguien pudiera investirse de la autoridad para decir que es lo adecuado en cuanto a vestimenta.
Acaso esta es la forma de fomentar el turismo en la Madre de Ciudades?
Acaso esta es la forma de que las personas mantengamos la memoria viva con eventos culturales?
Acaso esto no es un resabio de una vieja forma de idiosincracia que queremos cambiar para que se exista Un Santiago Mejor?
Acaso esta es la forma del Estado de cuidar un teatro que cuando sirve a fines políticos no se hace distinciones de vestimenta?
Seguramente aun no nos hemos dado cuenta que en el mundo, como fenómeno de contrapartida a la globalización, las culturas están empezando a mirarse a si mismas y adoptando costumbres mas acordes a su región y a sus usos y costumbres.
Por lo tanto, viviendo en una ciudad de clima tropical, seria bueno poder dejar de lado nuestra idiosincracia colonial y aceptar que los hombres también podemos dejar de sufrir el calor, trabajar y disfrutar de eventos culturales con ropa menos incomoda y mas acorde a nuestro clima.
Las respuestas a todas estas dudas no son para mí, ni para mis amigos que quedaron con ganas de disfrutar y conocer la filmografía presentada y al grupo de música que pocas veces se tiene la oportunidad de escuchar por esta ciudad.
Sino las respuestas deben dárselas a la sociedad, tanto desde los organizadores de este tipo de eventos al elegir los lugares para realizarlos como por las autoridades a la hora de seleccionar el personal que recibirá a los invitados al mismo; y hasta de los medios de comunicación quienes son los encargados de ser parte del engranaje que hará de esta provincia, Un Santiago Mejor.
9 de febrero de 2009
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